domingo, 30 de octubre de 2016


EDUCACIÓN GLOBAL PARA UN MUNDO GLOBAL

El mundo de hoy es integral y global, por lo tanto las conexiones entre nosotros también deben ser integrales y globales. Este cambio sólo es posible educando hacia la globalidad. Cada persona debe darse cuenta que en el nuevo mundo estamos todos interconectados y por ello debemos ser mutuamente considerados.

Para ayudar a la humanidad a encontrar su camino en la Era Global, debemos entender primero las nuevas leyes que rigen la vida en este mundo y las transformaciones que han llevado a ello: nuestro creciente deseo de ganar a expensas de los demás ha evolucionado a través de la historia, lo que ha provocado que nos enredemos unos a otros en diversos aspectos de la vida: económico, comunicativo, político, cultural y así sucesivamente.

Ese deseo nos ha llevado a un círculo vicioso: por un lado, estamos acostumbrados a un modus operandi en el cual cada uno está centrado en sí mismo.  Por otra parte ya no podemos llevar una vida desconsiderada y con atención sólo en nuestros propios intereses.

Estos han sido los valores que forman parte del YO del mundo, mientras que estamos viviendo en un mundo del NOSOTROS: un mundo global e integral.

Debido a las leyes que rigen este nuevo mundo, todos somos interdependientes, por esto, todos debemos ser considerados entre nosotros. Si continuamos actuando en sentido contrario, seguiremos sufriendo crisis en todos los ámbitos de la vida.

Para romper el círculo vicioso, cada persona debe reconocer la naturaleza del mundo en que vivimos y entender que en el siglo XXI: mi vida depende de mi actitud hacia los demás.

De todo lo dicho anteriormente, es evidente que el mundo en el siglo XXI no necesita sólo soluciones materiales, económicas o políticas.  Más bien, en primer lugar, el mundo de hoy requiere una solución educativa.  Y los jóvenes, que sienten la brecha entre el mundo antiguo y el nuevo con más intensidad, deben estar a la vanguardia de esta educación.

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