sábado, 29 de octubre de 2016


¿POR QUÉ NO TODO ES BUENO EN LA GLOBALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN?


Pero también existe la otra cara de este proceso, que se refleja en la perdida de la identidad cultural, la perdida de la privacidad, valores y de la propia cultura; se asegura la injerencia de determinados países en asuntos tales como la educación y hasta las costumbres de las comunidades a donde llegan las empresas con sus interese demoledores.

¿Es entonces la globalización la liberación o la cárcel de nuestros pueblos? La globalización tiene una influencia directa en la educación ya que se orienta a unos intereses particulares. Por un lado se puede pensar que la globalización contribuye con la educación, permite mayor acceso a la información y al aprendizaje masivo, revierte y transforma el concepto de aprendizaje dejando atrás las aulas y pasando a ser flexible y más universal. El fenómeno denominado globalización impone a la educación, en particular a la Educación Superior, el reto de reconceptualizar profundamente todo su quehacer ya que la tecnología de información como instrumento de la ampliación y universalización de la misma cambia el rol del docente, pasando a ser un productor de conocimiento y un profesional capaz de convertir la voluminosa información en conocimiento útil.

Por otro lado se puede predecir una ingrata influencia en la pérdida de la identidad debido a los procesos de globalización, la identidad como valor general, como identificación, realmente se opone de forma excluyente a la globalización. Si identidad es identificarse con un grupo, con unos valores, con una individualidad, entonces el proceso generalizador de la globalización se entiende como una amenaza. Siendo así, mediante procesos de globalización se tienden a perder los valores culturales, y la identidad de los pueblos en aras del consumo, la masificación y el enriquecimiento de los países hegemónicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario